martes, 13 de mayo de 2014

Leyenda

Leyendas Mixtecas “Leyenda del lobo”

Artista Mauricio Hernández
Leyendas Mixtecas
Un conejo pastaba tranquilamente bajo el azul cielo, descuidado, confiado, no imaginaba que a lo lejos lo asechaba el hambriento lobo quien no tardó en atraparlo, entre su temor brotaban súplicas para que no lo matase el lobo.
El lobo se detuvo un momento, cosa que nunca hacia ante una presa, lo miró detenidamente y le dijo: si no quieres que te devore ofréceme algo a cambio, algo valioso , si no despídete de este mundo ahora mismo, está bien dijo el conejo, te ofrezco algo mas que comida, es mas, desde hace tiempo te he visto muy solitario, que te parece si te presento a una de mis amigas, déjame decirte que así como me ves me sobran amigas y amigos.
Hasta el hambre se le quitó al lobo con esta proposición, a ver a ver, ¿dices que me conseguirás pareja? preguntó el lobo, por supuesto! afirmó el conejo es cosa que de que tengas un poco de paciencia y me dejes ir por ella, si, pero antes descríbemela a ver si me convences, bien, bien, dijo el conejo, mi amiga es muy cariñosa, le encantan los abrazos, es muy cálida pero no quiero perder mas tiempo así que de una vez voy por ella tú espérame y aquí te la traigo.
El conejo sintió que había vuelto a nacer, sus saltos eran mas de alegría, no cualquiera se escapa de un lobo hambriento, después de tanto caminar se encontró con su amiga, la bola de fuego, se saludaron sin hacer contacto y después le contó lo que había ocurrido con el lobo, su amiga se sorprendió y a la vez se negó a ir con él porque tenía un compromiso en el bautizo de las luciérnagas, ella era la madrina, bueno dijo el conejo ya veré otra opción, si algo me pasa te encargo a mis hijos quienes dependen de mí ya que su pobre madre fue alimento del mismo lobo que me está esperando, despreocúpate dijo la bola de fuego solo huye y vete por otro lado así no te encontrará ese malvado, tienes razón dijo el conejo y se marchó muy pensativo porque sabía que la suerte ya estaba echada, presentía su destino y antes de entrar a su escondite ya estaba entre las garras del lobo nuevamente, ¿con que escondiéndote eh? lo sospeché desde el principio pero quería ver hasta donde llegaban tus mentiras ahora que mi hambre aumentó te comeré.
Dicho y hecho la vida del conejo escurrió por los agujeros hechos por los colmillos del lobo, después de haber saciado su hambre el lobo tomó una siesta cerca del lugar guardando las orejas del conejo como trofeo, mas tarde se percató que en el cielo rondaba una bola de fuego como si buscara algo, la curiosidad del lobo fue tanta que le preguntó si estaba perdida o buscaba algo, o a alguien, efectivamente, dijo la bola de fuego, ¿de casualidad no has visto a un conejo con los bigotes quemados?, ¿quemados? preguntó el lobo, sí, se los quemé yo cuando intentaba darle un beso, ¿no lo has visto?.
El lobo se quedó pensativo y con las patas intentaba esconder las orejas, ¿que haces? preguntó el fuego, ¿que escondes? ¡momento! esas orejas yo las conozco, ese lunar es inconfundible, si, son de mi amigo el conejo dijo la bola de fuego muy molesta, ahora mismo vengaré su muerte advirtió, comenzó a perseguir al lobo que por cierto de lo lleno que estaba era menos veloz, la bola de fuego quemó tanto al lobo que su pelaje se volvió de color tostado, todos los demás lobos decidieron marcharse del lugar por temor al fuego es por eso que ya no se ven los lobos en esta región.

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